
Una familia australiana ha experimentado una tragedia devastadora después de la repentina pérdida de su hija de cinco años, Cathy Kassis, a causa de lo que inicialmente se creyó que era un resfriado común. Sin embargo, la dolorosa verdad detrás de sus síntomas se descubrió demasiado tarde: Cathy estaba luchando contra una infección por Streptococco A, una bacteria capaz de desencadenar infecciones de diversa gravedad en la piel y las vías respiratorias.
El padrastro de Cathy, Justin Sutton, y su madre, Jazz Worobez, notaron preocupados desde el inicio de la enfermedad de Cathy que algo no iba bien. A medida que los síntomas empeoraban, sus temores crecían, pero los médicos inicialmente descartaron la situación como una infección viral común. Sutton compartió con 7News: «Después de tres días, perdió completamente la voz, lo que nos preocupó mucho. Pero los médicos simplemente dijeron que era una infección viral y que deberíamos dejar que siguiera su curso».
Sin embargo, la salud de Cathy siguió deteriorándose, y pronto tuvo dificultades para respirar, lo que llevó a su hospitalización de emergencia. Pero incluso en el hospital, los diagnósticos iniciales apuntaron a una infección viral, y Cathy fue enviada a casa. La situación se tornó aún más angustiosa cuando, en casa, los labios de Cathy se volvieron azules, lo que llevó a una llamada desesperada a una ambulancia.
Sutton recordó el momento crítico: «Estaba perdiendo el conocimiento y se desmayó en los brazos de Jazz». Mientras esperaban la llegada de los paramédicos, Sutton realizó maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) durante unos 15 minutos, antes de que los paramédicos se hicieran cargo y la trasladaran en helicóptero al Westmead Children’s Hospital.
Trágicamente, después de 78 minutos de RCP, los padres de Cathy recibieron la devastadora noticia de que había sido declarada sin signos cerebrales. La causa de su fallecimiento fue identificada como una infección por Streptococco A, una bacteria que fue detectada mediante un simple hisopo de garganta en el hospital Westmead.
A pesar del inmenso dolor que experimentaban, los padres de Cathy tomaron una decisión noble y valiente: optaron por donar los órganos de su hija. Sutton compartió con emoción: «Ella donó tres órganos y se espera que los tres receptores se recuperen por completo. Ella es el epítome de un superhéroe de la vida real, y no mucha gente puede decir eso. Algo que fue el peor momento de nuestras vidas… al menos logró salvar a otras tres familias, lo cual es algo hermoso».
Si bien la familia se enfrenta a un profundo dolor y entumecimiento, también están decididos a crear conciencia sobre la importancia de confiar en los instintos cuando algo no parece estar bien. Sutton se preguntó si la tragedia podría haberse evitado con un tratamiento adecuado de antibióticos y desea que otros estén alerta y se preocupen por la salud de sus seres queridos.
El Streptococco A es responsable de aproximadamente 50,000 muertes en todo el mundo cada año y afecta a unos 750 millones de personas. En Australia, se ha observado un aumento en el número de casos de esta enfermedad en niños, según un estudio publicado en la revista médica Lancet Regional Health. Tres niños murieron debido a complicaciones de la infección por Streptococco A entre julio de 2018 y diciembre de 2022.
El estudio también reveló que hubo 280 pacientes menores de 18 años ingresados en cinco hospitales pediátricos importantes de Australia con esta infección. De estos, 84 experimentaron complicaciones graves, como shock tóxico y enfermedad necrotizante. Estos hallazgos destacan la importancia de la conciencia pública y la atención médica adecuada para detectar y tratar esta infección peligrosa a tiempo. La trágica pérdida de Cathy Kassis es un recordatorio conmovedor de que la salud de nuestros seres queridos debe ser una prioridad constante.